Conmoción en Asturias con la mayor tragedia en una mina de los últimos 12 años. A esta hora se desconoce el origen exacto de la explosión que ha matado a cinco trabajadores y ha herido a otros cuatro. Podría deberse a una explosión de gas. Ha sido en una mina en Cerredo, en el concejo de Degaña, reactivada recientemente para estudiar la extracción de grafito. Los fallecidos tenían entre 32 y 54 años, los cinco eran naturales de la comarca de Laciana, en León.

La primera hipótesis indica una explosión de grisú, un gas habitual en las minas de carbón. Básicamente compuesto por metano junto a otros gases que se liberan en la excavación y que puede explotar en contacto con una llama o una chispa. El foco está en Degaña, en el suroeste de Asturias. Se trata de una mina de más de tres kilómetros en tres plantas que descienden en pendiente dentro de la montaña. El accidente ha ocurrido en el tercer nivel. Las causas no están claras pero, desde el gobierno, la vicepresidenta Yolanda Díaz se adelanta. Dice que los posibles responsables sufrirán todo el peso de la ley.

La mina de Cerredo ha quedado precintada mientras se investiga la causa de la explosión

Recuperados los cinco cuerpos de los mineros, la mina de Cerredo ha quedado precintada mientras se investiga la causa de la explosión. "El peso de la ley va a caer sobre las posibles responsabilidades que haya sobre esta cuestión. En el siglo XXI no puede morir nadie así...", ha señalado la ministra Yolanda Díaz. "Un zarpazo como este. Que el grisú nos vuelve a arrebatar la vida de cinco mineros...", ha agregado Adriana Lastra, delegada del Gobierno en la comunidad.

La principal hipótesis, una acumulación de grisú. Un gas propio de estas minas subterráneas de carbón. "En concentraciones de entre el 4 y el 14%, el metano o grisú es potencialmente explosivo. Cualquier chispa originaría la explosión", ha apuntado Santiago Suárez, exjefe de la brigada de salvamento minero.

En la llamada de emergencia, en torno a las 09:00 horas de la mañana, se alertaba de un problema con una de las máquinas y de la explosión. Ocurría en la tercera planta y habrá que determinar si falló alguna medida de seguridad. "Hay una ventilación principal que se suele controlar desde el exterior a base de sensores. Tampoco sabemos por qué llegó a acumularse esa cantidad sin que lo pudieran detectar", ha precisado Suárez.

Los fallecidos tienen entre 32 y 54 años, como decíamos. Desde hacía pocos meses habían vuelto a trabajar en el interior de esta mina. "Eran unos trabajos normales en un permiso de investigación complementario", ha comentado Belarmina Díaz, consejera de transición ecológica e industrial de Asturias. Se investigaba el posible uso del grafito en este yacimiento que dejó de funcionar en 2018. "La tragedia repetida tantas veces en las cuencas mineras y una vez más, por desgracia, que en el 2025 se vuelva a repetir", ha sentenciado el presidente autonómico Adrián Barbón. No se explican que de la mina se vuelva a extraer el sufrimiento.

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