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Amor Andrés, extrabajadora del aeropuerto de Barajas: “Me echaron por un problema con un mendigo, me agredió”

Amor Andrés, extrabajadora del aeropuerto de Barajas: “Me echaron por un problema con un mendigo, me agredió”
Amor Andrés cuenta los problemas que tenía con las personas sintecho que pernoctan en el aeropuerto de Barajas de Madrid.
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Amor Andrés trabajaba limpiando en el aeropuerto de Barajas de Madrid, donde más de 400 personas viven o pernoctan provocando problemas de seguridad y de salubridad. Amor ya no trabaja allí y ha explicado su historia en ‘El programa de Ana Rosa’.

“Indirectamente me echaron del aeropuerto por un problema con un mendigo, porque me agredió. Me agredió en los baños. Me escupió, me intentó empujar y me tuvo que ir corriendo. Lamentablemente a la empresa no le gustan estas cosas y cuando te empiezas a quejar buscan la manera de echarte”, ha explicado durante su entrevista con Ana Rosa Quintana.

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Amor ha explicado a qué tenía que enfrentarse cuando trabajaba limpiando en la zona en la que se encuentran las personas sin hogar. “Yo he limpiado restos biológicos… caca de las paredes. Te castigan. Si tardas mucho en hacer los baños o les echas, hacen sus necesidades en el suelo y te pintan las paredes con ellas”, ha añadido.

También ha destacado que no todas las personas que duermen allí actúan de esta manera: “Hay gente que se porta bien y te trata muy bien. Pero tengo que recalcar que la gran mayoría tiene muchos problemas yo creo que de salud mental”.

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Extrabajadora del aeropuerto de Barajas: “Yo he pasado miedo”

Todas estas situaciones provocaron en Amor una sensación de inseguridad. “Yo he pasado miedo”, ha asegurado. Hasta el punto, que “al tercer día de entrar a trabajar allí me fui a una tienda y me compré un spray. Lo llevaba en un bolsillo porque me daba miedo. No tienen por qué hacerte nada, pero hay otros que sí lo hacen”.

Amor afirma que no es la única que ha vivido situaciones como las que ha descrito, que otras compañeras también las han sufrido pero que no se atreven a quejarse abiertamente. “Si te quejas, en la empresa eres malo. No lo quieren contar como lo cuento yo porque yo ya estoy fuera. No me parece bien que sigan trabajando en esas condiciones. Las agreden también a ellas”.