Incendios

Eco duelo o cómo afrontar el dolor que experimentamos ante el destrozo de nuestro entorno natural

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Las llamas tienen un impacto material y emocional. GETTY IMAGES
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España está viviendo este mes de agosto una ola de incendios que ha dejado ya más de 340.000 hectáreas calcinadas, el desalojo de miles de personas y varias víctimas mortales. 2025 ya es el peor año de fuegos en tres décadas, llamas que no solo carcomen todo lo que encuentran a su paso, sino que también tienen un impacto emocional incalculable en los damnificados.

¿Cómo actúan las personas ante un incendio y cómo superar el ecoduelo posterior?
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Después de un incendio forestal existe una mayor tasa de problemas de salud mental, según indica el Colegio Oficial de la Psicología de Madrid. Nos referimos a posibles trastornos por estrés postraumático, depresión y ansiedad generalizada, no solo por el obvio trauma que implica haber perdido tu casa, posesiones o recuerdos, sino por los sentimientos que genera el ver todo tu entorno arrasado.

Esto es lo que se denomina eco duelo o duelo ambiental, un término acuñado en psicología ambiental para describir "el dolor que experimentamos al ver destruido el ecosistema que formaba parte de nuestra identidad y de nuestra vida cotidiana", según nos explica la psicóloga Lara Ferreiro.

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Mucha gente vive igual la pérdida de ecosistemas, especies, paisajes naturales o entornos ambientales que cuando pierde a un ser querido. "Por donde antes pasabas y había verde ahora es todo negro, está carbonizado. Ese eco duelo es muy doloroso", subraya la experta. Estas personas sienten que la pérdida ambiental afecta a quiénes son y a su proyecto de vida. "El 70% de quienes sufren pérdidas ambientales reportan síntomas de ansiedad y depresión", añade.

"El eco duelo combina tristeza, nostalgia y un sentimiento de impotencia frente al cambio climático y los desastres naturales", explica Ferreiro. Saber que el bosque donde solías hacer caminatas se ha reducido a cenizas, que no volverás a ver a los animales con los que te solías encontrar (aves, ciervos, insectos) o que los cultivos y la biodiversidad que hacía fértil la tierra se han perdido provoca una aflicción que tiene consecuencias psicológicas, físicas y sociales.

Las fases del eco duelo

Como todo duelo, este proceso conlleva varias fases por las que hay que pasar. Ferreiro delimita seis:

  1. El shock inicial. De pensamientos iniciales como "esto no puede estar pasando" a la ira contra gobiernos, empresas o la humanidad en general.
  2. Culpa y tristeza. Se agolpan los sentimientos de pérdida irreparable, la nostalgia y el vacío. Incluso de rabia contra uno mismo del tipo "pude haber hecho algo".
  3. Miedo y dolor. Hay una respuesta emocional muy fuerte al ver imágenes del desastre. Algunos incluso prefieren evitarlas para no confrontar la realidad
  4. Adaptación. Se reconoce la pérdida sin resignación pasiva y se empieza a entender que aunque el ecosistema no volverá a ser exactamente como antes sí puede regenerarse de otra forma.
  5. Organización. En esta fase surge la posibilidad de acción consciente: reforesta r("ahora voy a plantar aquí un nuevo árbol") , educar o participar en movimientos que nos permitan reconectar con la naturaleza.
  6. Una nueva etapa.

Cómo afrontar el eco duelo

Afrontar el eco duelo implica reconocer nuestras emociones, darles un lugar y transformarlas en acciones y estrategias que favorezcan el bienestar emocional. La psicóloga propone varias estrategias de afrontamiento:

  • Validar el dolor y ponerle nombre a lo que ha pasado. Sentir tristeza, impotencia o rabia ante la pérdida ambiental es normal y legítimo.
  • Expresión emocional. Hablar del tema, exponer nuestras emociones, es beneficioso. "Hay gente que escribe 15 minutos diarios de todo lo que siente", añade Ferreiro.
  • Rituales de despedida, homenaje o cierre. Caminar de forma consciente por la zona afectada o plantar un árbol en honor a lo perdido.
  • Participar en la reconstrucción. Involucrase en campañas ambientales o a redes de activismo ecológico puede fortalecer la sensación de propósito.
  • Practicar la conexión con la naturaleza. Actividades como en senderismo, la jardinería, los huertos urbanos o las caminatas conscientes pueden ayudarnos a desarrollar una relación activa con el entorno natural.
  • Ir a terapia o trabajar en la resistencia personal. Si el tiempo pasa y el dolor te sigue bloqueando hay que buscar apoyo psicológico.