Lo más curioso de este goleador insaciable son sus raíces. Y para encontrarlas hay que irse hasta un perdido pueblo del Marquesado granadido, hasta Albuñán. Los abuelos de Mario Gómez, Pepe y Torcuata, emigraron desde este pequeño pueblo de 500 habitantes, para instalarse en la localidad germana de Riedlingen, en el estado de Baden-Wurtemberg en donde se empleó en un vivero. Allí nació el padre del jugador y conoció a la que después sería su esposa, una alemana de pura raza.
Mario nació un 10 de julio de 1985 en Riedlingen aunque se crió en Unlingen. Tiene doble nacionalidad y muchos de sus veranos los ha pasado correteando por la calles de Albuñán en donde le recuerdan con cariño. La alcaldesa mantiene el compromiso de ponerle su nombre a una calle del pueblo, independientemente de como nos trate en el terreno de juego.
Cada vez que las selecciones de España y Alemania se enfrentan, su familia vive con lealtades divididas. Por un lado desean la victoria de España, pero, por otro, viven con pasión los goles de su pariente.
En Alemania, la figura de su estrella futbolística se ha merecido el sobrenombre de el 'tor-rero'. Un apelativo venido al pelo para sus orígenes ya que en alemán, 'tor' significa gol.
Su perfil humano se engrandece cuando saca a relucir su faceta más solidaria. Hace un año, en unas declaraciones públicas aconsejó a sus compañeros futbolistas gays que salieran del armario y jugasen "liberados". Puso como ejemplos a políticos alemanes para reforzar su mensaje de apoyo.
Mario es un hombre de costumbres sencillas. Cultiva valores tradicionales y su entorno lo considera un hombre conservador en este sentido. Por ello explican que haya mantenido la misma novia desde los 17 años.