Un menor de origen danés permaneció con lo puesto durante 27 horas en el islote de Lobos en Fuerteventura. Permaneció en soledad hasta que la Guardia Civil le encontró y procedió a la detención del patrón del barco-escuela del que procede.
El patrón le castigó tras pintar con un rotulador la cubierta de la embarcación para niños muy conflictivos. El capitán, fondeado a pocos metros de la isla, le llevaba comida en una zodiac.
La Guardia Civil procedió a su detención pero el juez le ha dejado en libertad devolviéndole la custodia. Para algunos este método, muy empleado en los países nórdicos, es educativo aunque en culturas -como la nuestra- puede resultar excesivamente duro.
El problema está que a los educadores de estos centros a veces se les va la mano. En Girona fue descubierta una masía donde niños conflictivos malvivían en caravanas y eran encerrados en jaulas o en el baño si su conducta no era la correcta.
JWS