El debate sobre la edad adecuada para recibir la primera comunión está servido en la Iglesia católica, y en la calle. El cardenal Cañizares, favorable a que se adelante la ceremonia religiosa a antes de los siete años de edad, defiende que "los niños viven inmersos en dificultades, rodeados de un ambiente difícil que no les anima a ser lo que Dios quiere de ellos; muchos víctimas de la crisis de la familia". En el bando opuesto se sitúan los contrarios a adelantar la edad de la primera comunión, y justifican su negativa en la creencia de que a los siete años los pequeños no pueden haber alcanzado suficiente madurez como para ser consientes de lo que significa tal acto, ni las decisiones que implica.
Hay que recordar que hubo un tiempo en el que la comunión era más temprana, "a los ocho, siete años", como recuerdan todavía los más mayores. En España, la edad se fue retrasando hasta los nueve o diez años con los que actualmente se celebra este sacramento.