Las vidas rotas de Víctor, Roberto, Raquel y Roberto, los cuatro jóvenes muertos en el accidente de Alba de Tormes

  • Otros dos jóvenes permanecen hospitalizados

Alba de Tormes es un pueblo destrozado por el dolor y el desconsuelo. Cuatro jóvenes de la localidad, Víctor G., Roberto G., Raquel E. y Roberto V., murieron en el brutal accidente del pasado domingo en la carretera que cruza el municipio de Galisancho. Los funerales han desbordado las emociones de los albenses que ayer los despedían entre lágrimas y gritos de dolor de sus familias y amigos.

Los medios de comunicación locales y la prensa nacional se han volcado con esta tragedia que ha destrozado a cuatro familias y tiene a otras dos pendientes de la vidas de los otros dos jóvenes heridos en el accidente.

Los seis volvían de las fiestas del municipio de Santa Inés y al borde de las siete y media de la mañana el coche en el que regresaban a Alba de Tormes se salía de la carretera en el término municipal de Galisancho.

En los asientos traseros, viajaban los cuatro fallecidos. La brutalidad del impacto arrebató la vida en el acto a dos de ellos: Víctor G., de 17 años y Roberto G., de 20. Raquel E, de 17 moría durante su traslado y su novio Roberto V, de 17, lo hacía sobre las 17:00 en el hospital salmantino en el que había sido ingresado.

Como informa El Español, Víctor G y Roberto G, eran amigos de toda la vida. Habían compartido colegio e instituto y ahora se decantaban por la formación profesional. Mientras llegaba ese momento Víctor pasaba un año sabático a la espera de retornar los estudias mientras que Roberto trabajaba como camarero en un hotel de la localidad. Un trabajo reconocido por los clientes y vecinos.

La muerte también sorprendió a la pareja de novios Raquel Elices, y Víctor Lucas. que llevaban varios meses y forman parte de la misma pandilla de amigos.

Todos ellos intentaron recorrer los 15 kilómetros que separan ambos pueblo en taxi pero las colas para coger uno les llevó a montarse en el Fiat Stilo de Alejandro, de 29 años. En el puesto de copiloto, Alfredo Z., de 25. Los dos permanecen heridos en un hospital salmantino aunque sus vidas no corren peligo.

Las últimas investigaciones han sacado a la luz que Alejandro conducía bajo los efectos del alcohol y drogas a pesar de que solo hacía una semana que acababa de recuperar el carné tras haberlo perdido hace unos años por conducir en similares condiciones.