Con ojos llorosos, Ana Julia Quezada, autora confesa del asesinato del niño Gabriel, de ocho años, ha admitido este martes que mató al pequeño el pasado 27 de febrero de 2018. A la pregunta de la fiscal, la mujer de 45 años, de si "dio muerte al hijo menor de su pareja sentimental", Quezada asintió y después dijo claramente 'sí'.
La única acusada, que de se enfrenta a la pena de cadena perpetua revisable, se reafirmó ante la fiscal Elena Fernández Lora, en sus anteriores declaraciones sobre cómo cometió "el hecho".
Quezada llorando desconsoladamente ha escuchado su voz en una escucha telefónica en la que insultaba a la madre del pequeño llamándola "hija de puta, mala persona", después de que, de manera reiterada, haya afirmado que no "tuvo ningún problema" con ella.
Francisco Torres, abogado que ejerce la acusación particular en la sesión de este lunes narró la crudeza de lo ocurrido subrayando la maldad, ensañamiento y falta de escrúpulos de Ana Julia Quezada. No solo con el pequeño Gabriel Cruz, como con el resto de la familia.
En la narración de Torres, que la acusada escuchó haciendo gestos de dolor, este describió cómo apaleó al niño y después lo asfixió. Los golpes le provocaron un derrame cerebral y un edema.