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Rosie Essex tiene 17 años y cuando tenía 13 sufría de anorexia. Estaba tan obsesionada con la apariencia de su cuerpo que llegaba a comer solo una pieza de fruta al día.
Todo comenzó en el colegio, donde recibía abusos de sus compañeros que se reían de ella y la llamaban gorda. Desde entonces no conseguía estar a gusto con su cuerpo y no comía absolutamente nada. Su madre intentó de todas las maneras posibles que Rosie comiera algo más que una pieza de fruta diaria pero ella explica que "nada más comer iba directamente al baño a vomitar".
Después de muchos años y ayuda, Rosie superó la enfermedad. Consiguió coger peso y ahora ya come con normalidad. Ahora ha explicado que ha conseguido ser feliz y tener una vida muy saludable. Según Mirror, se ha convertido en reina de belleza, lo cual era uno de sus sueños y de lo que está completamente orgullosa.