Pegados al móvil incluso en pleno encierro taurino: una temeridad cada vez más extendida

  • Cada vez más jóvenes se juegan la vida, también en los encierros, por un selfi

  • "He pasado momentos de peligro, pero si te gusta..."

Hay quien no se separa del móvil ni en un encierro taurino. La prueba más reciente la encontramos en Foios, un pueblo de Valencia, donde un hombre, ‘smartphone’ en mano, se confió demasiado en su camino a los barrotes del cadafal y no le dio tiempo a resguardarse. El resultado: una cornada en la pierna y otra en el vientre.

“Es un toro bravo, que sabes que te puede matar”. “Un inconsciente”. “Una irresponsabilidad”. Eso es lo que dicen los vecinos de la zona al hablar de lo sucedido.

Pero lo cierto es que no son uno ni dos ni tres. Son muchos más los que cada día en estas fiestas arriesgan su vida por el selfi o la grabación más temeraria.

“Es un peligro porque tienes que estar pendiente de una cosa y no estás de la otra…”. “Está prohibido. Hay unas normas y hay que cumplirlas”, recalcan quienes ven en esa actitud una irresponsabilidad.

"Cundo puedo, lo grabo"

Todos conocen las normas y los peligros que conllevan saltársela, pero muchos asumen los riesgos con naturalidad. “Cuando puedo... lo grabo”. “Alguna fotito le he echado, la verdad”. “He pasado momentos de peligro, pero si te gusta…”, afirman.

Poco les importa a priori lo que les pase: no sueltan el móvil ni por ellos ni por sus compañeros.