Según el sumario todo coincide, el cinco de julio los padres de Asunta consiguieron una receta y luego Alfonso Basterra compró orfidal, esa noche un intruso encapuchado intentó matar a Asunta. La niña no fue al cole porque estaba sedada . El 17 de julio otra visita de la madre de asunta al psiquiatra y nueva compra del padre. La niña faltó a clase dos días y le dijo a una profesora que sus padres la engañanban, y había estado durmiendo ese tiempo en la finca de Teo. En la tercera sedación tres días antes del asesinato también Basterra compró orfidal. En total Basterra compró cerca de 250 pastillas, una cantidad que su ex mujer nunca hubiera podido tomar con la medicación pautada por los psiquiatras. Por eso el juez le ofreció también a él someterse al análisis del cabello para ver si era consumidor de sedantes y eso explicaba que hubiera comprado tanta cantidad. Pero Basterra se negó. El juez lo sitúa en la sedación de Asunta, también el día de su muerte pero no en el momento de la asfixia y la colocación del cadaver, aunque su ADN está en la ropa interior de la niña. El padre de Asunta mintió cuando le preguntaron por su ordenador, desaparecido y cuando dijo que no tenía este coche y su unica coartada es que dice no salió de casa.