Se buscan respuestas a cómo murió Blanca Fernández Ochoa. A falta del informe definitivo, se confirma que llevaba muerta más de una semana y que fue identificada por unas pulseras y un tatuaje en el tobillo.
Blanca Fernández Ochoa se fue a La Peñota, donde fue encontrada este miércoles con medicamentos en la mochila. Sufría, según ha desvelado la familia trastorno bipolar. A la espera de los resultados del análisis forense las primeras pesquisas apuntan que Blanca no murió como consecuencia de una caída accidental ni homicida. En su mochila llevaba un blíster de su medicación para la depresión, vacío, aunque la intoxicación de litio en principio, no produce la muerte, según los expertos.
La autopsia será definitiva para decir cuándo murió, pero en el primer análisis forense, hecho in situ, no se aprecian golpes o traumas explícitos de impacto, aunque haber estado a la intemperie tantos días dificulta el examen visual.
El cuerpo no tenía traumas o golpes evidentes. Estaba muy deteriorado por el paso de los días y el forense apuntó a que podría llevar muerta más de una semana.
Más allá, ni el lugar ni la posición donde ha sido encontrado su cuerpo sin vida hacen pensar en que haya habido una caída desde lo alto, ya que Blanca fue encontrada recostada sobre un repecho de piedras, su posición en calma indicaba lo mismo. Además, no había piedras alrededor, lo que hace también difícil pensar en la idea del accidente. Blanca dijo a su familia que se iba al monte a pensar, algo que hacía de forma habitual. Su familia espera a que concluya la investigación para poder enterrarla en Cercedilla.