El Canal de Isabel II investiga transformar excrementos en biogás

  • Se encuentra probando tecnologías para instalar las llamadas ‘gasineiras’

  • Trasforman el gas que liberan los fangos de depuración en un combustible ecológico e inagotable

El Canal de Isabel II, empresa pública encargada de gestionar el ciclo integral del agua en la Comunidad de Madrid, se encuentra participando en la Cumbre del Clima sobre el Cambio Climático que se está produciendo en la capital de España, y parece que está tomando nota para que su labor sea más sostenible.

En la actualidad la empresa se encuentra probando tecnologías para instalar las llamadas ‘gasineiras’, unas estructuras que trasforman el gas que liberan los fangos de depuración en un combustible ecológico e inagotable.

Fuentes de la Consejería de Medio Ambiente han confirmado a Europa Press, el biogás que se obtiene sirve para mover los coches del propio Canal de Isabel II con lo que es "un claro modelo de economía circular" al aprovechar el ciclo integral del agua.

Las depuradoras reciben la materia orgánica líquida generada por las ciudades a través de la red de colectores y emisarios que compone el sistema de drenaje urbano. En ellas, el agua se trata para devolverla en las mejores condiciones a los cauces de los ríos, y la contaminación que llega en el agua residual que tratan, una vez eliminada, se concentra en forma de fangos cuya principal aplicación es la agrícola.

Dichos fangos son un subproducto que en el marco de una estrategia completa de fomento de la economía circular, tiene un uso agrícola en forma de lodo desecado o compost que sirve como abono para el campo, y cuya autorización para su uso depende de la Consejería de Medio Ambiente.

Este subproducto genera, a su vez un "subsubproducto" cuyo tratamiento mediante digestiones anaerobias produce grandes cantidades de biogás.

El biogás mejor valorado que la energía eólica o solar

El biogás es considerado como una energía renovable, pero que es mejor valorada que la energía eólica o solar, ya que es una energía almacenable y es de producción ininterrumpida, porque no está sometida a intermitencia ni depende de las condiciones y meteorológicas. Esta energía es producida de manera continua por las ciudades porque es la materia prima con la que trabajan las depuradoras.