Carles Francino tras sufrir un ictus por el covid: "¿Es posible que nos hayamos olvidado de los sanitarios?"

  • Carles Francino ha lanzado un mensaje clarpo:"pensaba que a mí no me podía tocar"

  • Carles Francino, tras sufrir un ictus y perder a un ser cercano, a los que hacen botellón: "¿Cómo no van a cabrearse Laura enfermera, o Alejandro enfermero?

  • "Perdí la voz, seis o siete kilos y sufrí un ictus. Afortunadamente no me ha quedado ninguna secuela", ha confesado Carles Francino en su vuelta a la SER

"¿Cómo no van a cabrearse Laura enfermera, o Alejandro enfermero, dos de los que me atendieron a mí… cómo no van a cabrearse viendo lo que se ha visto este fin de semana?". Carles Francino ha vuelto a los micros de la Ser justo cuando los botellones y los descerebrados han tomado las calles. Lo hace después de haber visto cara a cara al covid, ese que a muchos les da risa, esos que decepcionan a Fernando Simón y que han vuelto a demostrar que si no se les impide hacer algo por ley, no se saben comportar de forma cívica. Porque una cosa es la fatiga pandémica y otra la falta de empatía para con los seres queridos, los mayores , los médicos y los muerto que cada día se cobra el covid.

“No recuerdo un día tan especial como el de hoy por muchos motivos". Así han sido las primeras palabras de Carles Francino este lunes en La Ventana, el programa que dirige en la Ser, tras "47 días ingresado" por covid. "No es que haya vivido algo diferente a lo de miles de familias. Como tengo un pequeño altavoz, contarlo puede servirle a alguien", ha reflexionado.

"Pensaba que a mí no me podía tocar"

Muy emocionado, casi al borde de las lágrimas, ha recordado el momento de su contacto con "un positivo". "Hace 47 días, tuve que marcharme de la radio por tener un contacto estrecho. Me cabreé. Me pareció un medida muy exagerada. Pensaba que a mí no me podía tocar. Craso error. Este virus no atiende a nada. Siete días después, ingresé de urgencia, con una fiebre muy alta, muy bajo de ánimo y el oxígeno muy bajo también".

Las pasó "canutas". "Perdí la voz, seis o siete kilos y sufrí un ictus. Afortunadamente no me ha quedado ninguna secuela". Se emocionó otra vez: "El contacto estrecho, un familiar muy próximo, murió el 12 de abril", ha dicho.

Francino ha aprovechado para hacer tres reflexiones. "¿Es posible que nos hayamos olvidado de los sanitarios? ¿Dónde han quedado los aplausos? Todos los homenajes se quedan cortos".

Sí ha recibido Francino el cariño de todos sus oyentes. "Ha sido abrumador. Si el cariño fuera una hipoteca, yo estaría pagando plazos lo que me queda de vida", ha reconocido en la SER.