La tensión va en aumento en Cataluña. Tras los incidentes protagonizados por los CDR el fin de semana, anoche hubo una nueva protesta. Esta vez recorrieron las calles de Barcelona hasta llegar al Parlamento, donde los CDR pidieron la libertad de los políticos presos y reivindicaron a Carles Puigdemont como su presidente.
Al actual president, Quim Torra, le pidieron que levantase la suspensión de la república catalana.
Desde Madrid, el Gobierno ha advertido a Torra que si los Mossos no actúan ante los incidentes, enviará a la Policía. Ayer, tanto el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, como la vicepresidenta, Carmen Calvo, enviaron sendas cartas a miembros del Ejecutivo catalán pidiendo explicaciones por su "dejación de funciones" al no haber ordenado a los Mossos que actuaran ante las protestas protagonizadas por los Comités de Defensa de la República (CDR) durante el fin de semana.
Grande Marlaska advierte al conseller de Interior catalán, Miquel Buch, máximo responsable de los Mossos que "ordenará la intervención de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, cuando proceda y en términos de proporcionalidad y necesidad" si la policía catalana no ejerce "las funciones que constitucional, estatutaria y legalmente le incumben".
Paralelamente, los CDR ayer llamaron a movilizarse de nuevo el 21 de diciembre cuando hay previsto un Consejo de Ministros en la ciudad condal. Vía redes sociales llamaron a "tomar las calles" y "resistir!".