Indemnizada con 94.000 euros al explotarle una botella de cerveza y perder un ojo

Informativos Telecinco/agencias
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La Audiencia Provincial de Cantabria ha confirmado la sentencia del Juzgado de Primera Instancia nº 8 de Santander que había condenado a la cervecera y exonerado al supermercado. Ahora la tienda tendrá que asumir su responsabilidad en el suceso que ha provocado la pérdida de la visión de un ojo a la afectada.

Según recoge la sentencia, la mujer se encontraba acomodando la botella en la bolsa de la compra cuando esta explotó "saliendo proyectado el cuello de la misma, con tapón incluido, impactando varios vidrios contra su ojo izquierdo".

A consecuencia del accidente la mujer permaneció una semana en el hospital, casi año y medio de baja, además de perder la visión de un ojo. En su demanda contra la compañía cervecera y contra el supermercado, pedía una indemnización de 97.550 euros, cantidad que finalmente ha quedado fijada en 94.095 euros.

La mujer recurrió la decisión del juzgado de Santander que tras absolver al supermercado la hacía responsable de pagar las costas, aunque hacía responsable de las lesiones sufridas al fabricante de cervezas, al entender que el estallido se debió a que la botella era defectuosa.

La Audiencia ahora le da la razón a la afectada y la exonera del pago de las costas, pues considera "razonable" que dirigiera su acción frente al fabricante y también frente al suministrador.

La cervecera alegó un impacto severo durante la manipulación

Los informes presentados tanto por la cervecera como por el supermercado alegaban que en opinión de un perito el estallido pudo deberse a un impacto severo durante la manipulación en la cadena de distribución. El perito del supermercado, por su parte,rechazaba esta posibilidad, porque la botella desde que está a disposición del supermercado se trasladan en palets plastificados y los empleados ni siquiera las toca y se presentan para su venta directamente en el mismo palet.

Varios testigos: dos empleadas y un cliente confirmaron que la botella estalló sin que la mujer la hubiera movido o golpeado, y sin que hubiera hecho "alguna manipulación rara". La magistrada concluyó que "la botella era defectuosa y que por eso se produjo un estallido, rompiendo de dentro hacia afuera y saliendo disparados los cristales rotos".