El riesgo de una cirugía como esta es muy alto, pero pese a todo, Carlos Arzuza decidió operarse a sí mismo. Su auto-alargamiento de pene le trajo graves consecuencias, y no sólo por el resultado de la operación (lesión y una gangrena en la parte genital), sino porque durante su intervención fue detenido por la policía.
No era la primera vez que el médico argentino ejercía su profesión de manera ilegal, y es que previamente había operado a una mujer sin autorización.
Isabel Beatriz Gattari, de 48 años, se sometió a una lipoaspiración y a un implante de glúteos, una cirugía que, sin consentimiento y de manera ilegal, le practicó Arzuza a la mujer, junto a su asistente. A los pocos días, la mujer falleció y ambos fueron detenidos. El médico, además, se ha enfrentado ya a una condena por homicidio simple con dolo eventual por la muerte de Roberto del Barco, hace tres años, por una liposucción que terminó siendo calificada por la justicia como de mala praxis.
A la espera de la condena por estas prácticas ilegales, Carlos Arzuza se encuentra ingresado bajo custodia policial en el Hospital Central de la Ciudad de Mendoza por las consecuencias de su auto-operación y la enorme cantidad de sangre que perdió, según confirma Clarín.