¿Cómo desinfectar de forma efectiva la ropa de cama?

  • Desinfectar la ropa de cama y cualquier textil que usemos en casa es básico en época de resfriados y gripes

  • Lo ideal es lavar la ropa de cama a 60 grados pero, cuando esto no sea posible, existen trucos para lograr el mismo resultado

Uno de los elementos más utilizados en nuestro hogar (y uno de los que más suciedad pueden acumular) es la cama. Pasamos largas horas en ella y es normal que se acumulen ácaros y todo tipo de sustancias procedentes de nuestro cuerpo o arrastradas en él desde el exterior. Por eso es importante tener claro de qué forma podemos desinfectar la ropa de cama para eliminar cualquier residuo perjudicial. De hecho, en plena crisis por la Covid-19, se habla mucho sobre la posibilidad de que el virus pueda subsistir en este tipo de superficie durante horas o incluso días. Para prevenir, toma nota de estos consejos sobre cómo lavar la ropa de cama.

Cómo lavar la ropa de cama para que quede perfectamente limpia

Aunque no hay reglas universales sobre cada cuánto se lava la ropa de cama, normalmente se recomienda hacerlo como mínimo una vez a la semana. Además, en época de resfriados, gripes y demás enfermedades que proliferan debido a la temporada de frío, es mejor aumentar la frecuencia del lavado de todo tipo de textiles, sobre todo si su uso es compartido. Esto significa que también deberás lavar frecuentemente las mantas y fundas de cojines del salón, por ejemplo. Así, es mejor que, para prevenir, limpies tus sábanas y demás ropa de cama dos veces a la semana (tres en el caso de las toallas).

Si lo que queremos es desinfectar la ropa de cama (o, en general, cualquier prenda de ropa o textil), lo mejor es utilizar agua caliente, aunque hay tejidos que no admiten temperaturas demasiado altas. En general las sábanas de buena calidad suelen diseñarse para poder tolerar temperaturas elevadas (por ejemplo, 60 grados), pero no siempre es así, por lo que deberás consultar el etiquetado y respetar siempre el límite máximo que admita la prenda.

Esto es algo que puedes tener en cuenta la siguiente vez que compres ropa de cama: poder lavarla a fondo te ayudará a mantener tu hogar libre de infecciones y virus. A una temperatura de 60 grados podrás estar seguro de que cualquier virus o germen desaparecerá.

En caso de tener que utilizar temperaturas inferiores, un truco es añadir algún ingrediente al lavado que sí tenga el poder de acabar con cualquier intruso indeseado. Es el caso del vinagre: añade 50 ml de este líquido al cajetín del suavizante y te asegurarás de obtener una limpieza profunda. También puedes utilizar la secadora o, en su defecto, tender siempre al sol, así como planchar las sábanas con vapor.

Además, no se recomienda sacudir las sábanas antes de lavarlas, por una razón muy sencilla: si lo haces, estarás repartiendo toda la suciedad a lo largo y ancho de la estancia, o arrojándola al exterior para uso y disfrute de cualquiera que respire cerca. Por tanto, intenta mover lo menos posible la ropa de cama (y, en general, cualquier textil) antes de introducirlo en la lavadora.

Otros desinfectantes naturales son el agua oxigenada, el bicarbonato, el limón o árbol de té. Además, existen productos específicos para este fin que puedes encontrar en tu supermercado o droguería, añadiéndolos a la colada para una limpieza profunda. Lo más importante es no perder de vista la necesidad de mantener una frecuencia adecuada, así como de utilizar cualquier método de lavado profundo que admita la prenda.