A lo largo de la etapa escolar pero, sobre todo, de nuestra vida profesional, nos encontraremos con momentos en los que será necesario redactar textos explicativos sobre cualquier materia. Uno de los casos con los que más frecuentemente nos encontraremos será sin duda el de los llamados texto expositivos, una modalidad de escrito en la que de lo que se trata es de exponer un tema determinado de forma objetiva con el fin de dar a conocer unos hechos o datos. Es un tipo de texto aséptico y sin opiniones, como, por ejemplo, el que se utiliza en los libros de texto y documentos similares. ¿Cómo hacer un texto expositivo? ¿Cuáles son sus características y qué estructura debemos darle para que resulte coherente? Si quieres exponer un tema concreto de manera objetiva y sin opiniones, dando a conocer hechos, datos, conceptos... y si la finalidad de todo ello es informativa, entonces el tipo de escrito que necesitas es un texto expositivo. Aunque está claro que puedes elegir redactar sobre cualquier materia sin ceñirte a un patrón concreto, muchas veces es de gran ayuda hacer uso de un modelo que se corresponda con la finalidad que persigues y que pueda ser fácilmente comprendido y categorizado por el resto. Por eso es importante conocer las claves para redactar un texto expositivo, ya que se trata de algo que, con toda probabilidad, necesitarás hacer en algún momento de tu vida académica o profesional. Estas son algunas de las características del texto expositivo: En cuanto a cómo redactar un texto expositivo, aunque existen distintos tipos, en general deben seguirse unas reglas determinadas: