No hay consuelo para la familia que perdió a seis de los suyos en una casa rural

Atlas
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Santiago tenía 6 años, era pelirrojo y le apasionaba el fútbol. A su hermana, Carmen, de 4, le gustaba patinar. Eran los hijos de María. Ella y sus pequeños han muerto. María era la hermana mayor, 36 años, y hace unos meses consiguió su sueño, ser profesora de niños. Antes trabajó en este hotel de Gijón donde hoy la lloran. El marido de María, Ignacio fue el primero en despertar. El que saltó por la ventana pidiendo ayuda. Llegaron varios jóvenes del bar del pueblo. Imposible acceder por la puerta, rejas en las ventanas y, ya desesperados, con una escalera consiguieron entrar por la buhardilla. No se veía nada. Todo era humo. Ignacio es el único ileso -fisicamente- pero tiene una herida imposible de curar ya que perdió a su mujer María y a sus 2 hijos. "Mi hermana, falta mi hermana", gritaba Lola a sus 5 años, mientras esperaba en la carretera tras ser rescatada. Su hermana, Manuela, de tres años, murió en la casa, como su madre, Almudena, que era feliz con su tienda online de ropa infantil. Su marido, Luis, lucha ahora entre el dolor infinito de perder a su mujer y a una de sus hijas y la alegría de que otra esté viva. Lola era la hermana pequeña, la que venía de madrid, con su bebé de 7 meses y su marido. Los únicos que han logrado salvarse los tres pero no consiguen superar que seis de los suyos ya no están.