Hace unos meses, Katherine Boulton, una mujer londinense de 42 años, sufrió una hemorragia en el cerebro que necesitó una cirugía. Tras ello, permaneció en coma inducido durante varias semanas, estando en su 20 semana de embarazo.
Pero la operación sufrió varias complicaciones. Tuvo que serle realizada una traqueotomía por su dificultad para respirar, además de a penas poder moverse por sí misma. Cuando parecía recuperarse, sufrió un paro cardíaco que le causo la muerte. Pero su muerte duró tan sólo 6 minutos, lo que tardaron los médicos en reanimarla de nuevo.
Las dolencias de Katherine llevaron a los médicos a tomar la decisión de practicarle una césarea para que Phoebe llegara al mundo sana y salva, aunque la pequeña estará en la unidad de cuidados especiales varias semanas hasta comprobar que los problemas de su madre no le han afectado.
Katherine, por su parte, está siendo sometida a varias operaciones y permanecerá en el hospital durante un mínimo de seis meses.La organización GoFoundMe está pidiendo ayuda para costear los cuidados médicos de la mujer, que según indican las pruebas médicas, necesitará cuidados de por vida.