Danny Heinrich, de 53 años, confesó uno de los sucesos que más han conmovido Estados Unidos.
Fue hace 27 años cuando la desaparición de Jacob Wetterling, con solo 11 años de edad, marcó un antes y un después en este tipo de casos en el país norteamericano pero es ahora cuando los restos del menor han sido descubiertos, al igual que lo sucedido tras su desaparición.
Heinrich, ya encarcelado por poseer pornografía infantil, confesó ante la corte de Minnesota cómo terminó con la vida de Jacob y cómo fueron esos últimos minutos. El criminal detalló que después de raptar al menor, le puso unas esposas y lo metió en el coche. Más tarde llegaron a una zona donde se encontraba un hoyo y abusó sexualmente de él. Heinrich afirma que a pesar de que Jacob le pedía entre sollozos que le dejara volver a casa, entró en pánico y le disparó hasta tres veces. Para evitar dejar rastro quemó el cuerpo y lo enterró, según afirma The Washington Post.