Un grupo de hasta 20 personas se reunió en plena calle en Barcelona para velar a un muerto que resultó ser inexistente. Lo hicieron en la calle Campins, en Baró de Viver. Decían velar a un familiar y amigo fallecido, pero no había rastro del difunto.
La Guardia Urbana se encargó de desalojarles. A su llegada, descubrió al grupo concentrado. Al parecer, todos ellos eran habitantes de la zona y velaban a una persona que todos tenían en común y que habría fallecido por coronavirus.
Atendiendo a la situación que vivimos actualmente en España y acorde a las leyes de desescalada, este tipo de reuniones aún no están permitidas. Así se lo transmitió la Guardia Urbana. Los concentrados abandonaron la vía pública sin percances.
A día de hoy siguen prohibidas las reuniones para más de diez personas, tanto en la vía pública como en espacios cerrados. Para poder celebrar estas últimas es necesario haber pasado a la fase 1 de desconfinamiento.