La investigación de la Policía de No Acre, en Río Branco, Brasil, comenzó el pasado 27 de marzo cuando desapareció el estudiante de Psicología, según ha publicado por la web de O'Globo.
Los agentes encontraron en la habitación de Borges 14 libros escritos a mano por el joven y encriptados.
Además en las paredes descubrieron pasajes de la Biblia, frases de Leonardo da Vinci y una estatua del filósofo Giordano Bruno, condenado a muerte en la hoguera por la inquisición en 1560.
Los misteriosos mensajes fueron escritas con caligrafía simétrica en todas las paredes de la habitación sin que los padres conocieran de la existencia de estos.
Ellos, que fueron los que denunciaron la desaparición de su hijo, explicaron que en los últimos 24 días habían estado de viaje y que Bruno Borges permaneció solo en casa, tiempo en el que quizá escribió todos los mensajes y llenó su habitación de códigos indescifrables.
La madre del joven desaparecido contó a los medios que su hijo es simpatizante del filósofo Giordano Bruno, conocido por sus teorías cosmológicas, muchas superiores a las ideas de Copérnico.
La madre, identificada como Denise, dijo que su hijo trabajaba desde hacía tiempo en un proyecto y que necesitaba dinero para llevarlo a cabo.
Su primo, el oftalmólogo Eduardo Veloso, le prestó los 20.000 dólares y el joven sin darle muchas explicaciones comenzó a trabajar en ello.
La familia, que afirma que el joven no sufría de problemas psiquiátricos y teme por su vida en las calles.