Los descuideros ingenian sus argucias para robar a sus víctimas

Van a poder comprobar lo fácil que es que le roben el bolso o la mochila en la vía pública. Los descuideros ingenian todo tipo de argucias para despistar a sus víctimas.

Terraza a plena luz del día, un padre con su bebé y a pocos metros un hombre aprovecha las carantoñas para llevarse el bolso.

En Madrid lo que se repite es el hurto del abrigo, dos ladrones bien vestidos de los que no levantan sospechas tapan con su abrigo el bolso de la víctima y se lo llevan.

Imágenes que son el día a día en Madrid y Barcelona. Ladrones y testigos que no dicen nada como esta mujer, que viéndolo en primera fila no da la voz de alarma. Y las victimas demasiado confiadas que dejan sus mochilas demasiado abandonadas.