Se vistió de cebra y se puso una careta de payaso, tras esto, entró en un instituto de Lugo, subió a la primera planta y entró en una clase, en la mano llevaba una tarta. Tanto el profesor como los alumnos del aula se quedaron impactados con lo que ocurrió a continuación, el youtuber tiró la tarta contra el profesor, mientras, otro joven grababa la escena.
Este gallego estaba dispuesto a lo que fuese por alcanzar la fama. Ante la falta de seguidores en su cuenta de Youtube, unos 300 actualmente, decidió dar un paso más allá y por ello podría ser encarcelado hasta cuatro años.
El joven y el amigo que le grababa han sido detenidos tras ser denunciados por el profesor al que agredieron, acusados de atentado contra funcionario público e injurias, delitos penados con hasta cuatro años de prisión.
En su cuenta de Instagram indica que su perfil es donde estar si te gusta reírte, sin embargo, poca gracia le hicieron a las víctimas de sus bromas el hecho de que robase su comida, mochilas, bebidas e incluso los materiales que necesitaban para trabajar, como un cortacésped o la escoba de un barrendero.
El objetivo de estas “bromas” ganar seguidores, no es el primer joven que cegado por el ansia de ganar fama ha terminado enfrentándose a un delito penal. Uno de los casos más destacados el del youtuber `Granbomba´, en una broma con cámara oculta insultó a un repartidor que se encontraba en su puesto de trabajo llamándole “cara anchoa”. El repartidor le denunció por injurias y calumnias, una multa que ascendía a 500.000 euros por responsabilidad civil.