Lucas Diego López es un niño de 10 años de Santander afectado por una lesión cerebral que le provoca un retraso psicomotor grave, epilepsia secundaria y autismo. El pasado sábado, la silla especial que usa para sus desplazamientos fue robada y sus padres pidieron la difusión del hecho en su cuenta de Facebook -donde los progenitores narran el día a día del menor- para tratar de recuperarla. Los padres de Lucas afirman que están seguros de que los autores del robo planean venderla en alguna plataforma de segunda mano.
Tres días después y con la pertinente denuncia ya impuesta, no hay novedades sobre la silla sustraída. Sin embargo, gracias a la colaboración ciudadana, la ortopedia 'Calidad de vida' de Toledo donará una nueva para el pequeño. Una gran alegría para la familia, que se espera que reciba la nueva silla el próximo jueves.
Lucas ha protagonizado numerosos eventos solidarios para recaudar fondos, ya que sigue un tratamiento en Estados Unidos que supone un desembolso de 20.000 euros año y una visita cada seis meses al The Family Hope Center, en Pennsylvania, Estados Unidos.