Francesca Leegood, madre de tres hijos, ha vivido uno de sus peores momentos desde que es madre. La mujer, de 31 años de Depden (Reino Unido), alimentó a su hijo con leche de polvo caducada desde hace seis meses.
Cuando le dio la leche a su pequeño de dos días, nuca pudo imaginar que el producto llevaría caducado desde el 29 de octubre de 2016. Leegood no se dio cuenta de la fecha de caducidad hasta una semana después de alimentar a su bebé.
El pequeño Leighton se puso enfermo pero Francesca afirma a The Sun que no hay certeza de saber si era resultado de la leche: “Estaba muy enfermo. No puedo echarle la culpa únicamente a la leche”.
Después de pedir explicaciones a la tienda de alimentación donde compró la leche, Leegood está muy defraudada: “Estaba muy preocupada y enfadada también. Es mi responsabilidad asegurarse que el producto está bien”.