Rocío, la dueña de un bar en Cataluña: “No estoy sola, tengo familias a mi cargo”

  • Con la persiana de su bar echada, se preocupa por sus trabajadores

  • Los hosteleros no confían en que el cierre dure solo 15 días

  • El cierre de la hostelería, entre las medidas del Govern para frenar al virus

Hoy, los bares y restaurantes de Cataluña amanecen con la persiana bajada como medida para frenar al coronavirus... Esta madrugada entraba en vigor el cierre de la hostelería sin esperar la autorización judicial. Sí será necesario esperar a la aprobación de las medidas que afectarían a derechos fundamentales, como la limitación de las reuniones a seis personas.

Once de la noche y ellos son los últimos clientes porque una hora más tarde, la imagen es la de los camareros recogiendo las terrazas, las mesas y las sillas que no volverán a poner, al menos, en 15 días.

La Generalitat ha decidido no esperar a que la justicia avalara sus decisiones y echa el cierre. "Me obligan a cerrar a quedarme sin ingresos y no me dan una alternativa ni me cubren gastos. Me prohíben ingresar y me obligan a pagar”, cuenta un pequeño empresario.

Los hosteleros se sienten señalados. Muchos, de nuevo, tienen que enviar a sus trabajadores al paro. Rocío, la dueña de un bar, se siente “impotente porque veo a mi personal que se tiene que volver a ir a casa y no es una situación fácil. No estoy sola, tengo familias a mi cargo”. Se quejan de la constante desinformación. Aseguran que la media ha sido improvisada y que no les han dado tiempo, por ejemplo a deshacerse del género. "No puedo hacer nada, ni reclamar a nadie”.

Ya han convocado varias movilizaciones. Pocos confían en que este candado sólo dure 15 días. Las medidas que afectan a los bares ya han entrado en vigor. Para aplicar otras restricciones que afectan a derechos fundamentales, como reducir las reuniones a seis personas, hay que esperar a la autorización judicial.