Un estudio analiza los efectos de la pandemia en el comportamiento humano en 30 países

  • El estudio también permitirá identificar a los colectivos que han sufrido los efectos del coronavirus con más dureza

Un estudio internacional llevado a cabo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), la Universidad de Barcelona (UB) y la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) evaluará el efecto acumulativo de la pandemia de COVID-19 en el comportamiento humano en más de 30 países. En el trabajo colaborarán más de medio centenar de investigadores de 20 universidades de 15 países americanos y europeos.

El proyecto, llamado PSY-COVID, consiste en una gran base de datos para que tanto los investigadores como las autoridades sanitarias puedan analizar los efectos psicológicos de las medidas de restricción de la movilidad que han adoptado la gran mayoría de países para intentar controlar el contagio del coronavirus.

Según el coordinador del estudio, el profesor de la UAB Antoni Sanz, "al difundir un único modelo de encuesta en países tan diversos, esperamos averiguar si la intensidad y la duración de las medidas implantadas por cada gobierno, o bien diferencias socioculturales, son o no las responsables de la disparidad observada entre la población en la prevalencia de trastornos de ansiedad o depresión".

"Esto, a su vez, permitirá identificar a colectivos que han sufrido los efectos con más dureza, entre los que algunos estudios indican que se encuentra el personal sanitario y personas afectadas por cuadros severos de la enfermedad, en los que parece haber un gran número de casos de trastorno por estrés postraumático", ha añadido Sanz.

La gran base de datos que se espera conseguir puede permitir identificar factores que determinan el impacto en la salud mental, como las condiciones del espacio físico y el contexto social en que cada persona ha soportado el confinamiento o las restricciones de movilidad.

A diferencia de otros estudios que se han centrado exclusivamente en la salud mental, este también pone el foco en la capacidad de adaptación de las personas a circunstancias extraordinarias.

En este sentido, pretenden evaluar el denominado "crecimiento postraumático", es decir, la mejora emocional y cognitiva que experimentan algunas personas después de haber sido sometidas y superado circunstancias adversas como, en este caso, el aislamiento social o sufrir el COVID-19.