Fallece un ex sacerdote de 81 años que se casó con un joven de 27, al que ha dejado una herencia de miles de euros

  • Philip Clements falleció solo en un hospital de Bucarest tras mudarse a Rumanía con su marido

Philip Clements, ex sacerdote de 81 años, y Florin Marin, de 27 años, se casaron hace tres años tras conocerse en una aplicación de citas gay. Pasaron gran parte de su vida como pareja a largas distancias hasta que finalmente se mudaron a Rumanía, donde ha fallecido a causa del coronavirus.

Philip Clements falleció solo en un hospital de Bucarest mientras su marido lloraba su muerte. En declaraciones al Daily Mail, dijo: "La gente pensará que soy una viuda con un sombrero negro que está llorando, y lloré, pero dos días son suficiente", así de tajante se mostraba Marin con la reciente muerte de su marido, el cual le ha dejado una herencia de 150.000 libras (cerca de 168.000 euros)

"Philip no quería que llorara, quería que la gente fuera feliz pasara lo que pasara. No quiero mostrarle a la gente mis sentimientos porque mi marido murió, porque algunas personas se aprovechan de eso".

El viudo de Clements ahora reclama la pensión de 2.000 libras (2.230 euros) que cobrará el resto de su vida de su difunto marido. También recibirá 10.000 libras (11.150 euros) para el funeral.

Ante las recientes críticas que el joven ha recibido, Marin se defendía: "Mi querido pueblo, no es mi culpa que me haya dejado con este dinero".

Clements había luchado anteriormente con problemas de salud, pero finalmente ha sido el coronavirus el que ha terminado con su vida. Su marido contó que la última vez que vio a su difunto esposo fue cuando se lo llevaron en ambulancia.

Hablando en su casa de Bucarest, Marin dijo que la última vez que vio a su esposo fue cuando lo llevaron en una ambulancia, ya que debido a las estrictas restricciones a causa de la pandemia del coronavirus, no pudo acudir a visitar a su marido al hospital. En cambio, pudo darle una carta diciendo: "Le dije que lo amaba y que todo estaría bien, pero no sé si leyó la carta".

El ex sacerdote retirado ahora será incinerado y sus cenizas serán esparcidas en un parque local de Bucarest. Philip había servido en el pasado como sacerdote en la iglesia anglicana, pero se retiró antes de casarse con Florin.