Las farmacias se convierten en el objetivo de los ladrones de Sevilla

  • Los ladrones amenazan a los empleados con cuchillos

Los ladrones entran en las farmacias con la tranquilidad de haberlo hecho en otras ocasiones, se dirigen al mostrador para que les den el dinero recaudado en las cajas registradoras. Saben que han cámaras y por eso se tapan, demasiado “abrigados” para estar en verano. Los delincuentes muestran un cuchillo a las dependientas para conseguir su botín, suena la alarma y los ladrones salen corriendo para no ser identificados. Sin embargo, ese robo frustrado no fue suficiente para frenarles ya que en seguida acudieron a otra farmacia para conseguir su objetivo. Con la misma calma y preocupación de no ser identificados consiguen 300 euros. Para volver a cometer otro robo vuelven a entrar en otra farmacia del mismo barrio sevillano. Los delincuentes piden calma a los clientes y con la misma preocupación de ocultarse desvalijan una por una las cajas registradoras, alrededor de 600 euros en menos de un minuto. Por ahora no hay nuevas detenciones y los farmacéuticos se quejan de la falta de agentes en la zona.