"Estoy aquí pero no soy un gato": el embarazoso momento de un abogado que no sabe quitar el filtro

  • El filtro de un gato se cuela en un juicio para apuro del letrado

  • Desde la pandemia los imprevistos se suceden en las conexiones

  • Hemos visto besos, gente en la ducha o haciendo sus necesidades...

El hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra… y tres y cuatro... Llevamos casi un año de reuniones telemáticas desde casa debido a la pandemia de coronavirus pero nos siguen ocurriendo imprevistos muy embarazosos. Incluso en situaciones tan serias como una vista judicial.

Es lo que le ha pasado a un abogado. “¿Puede oírme señoría?”: es lo que se escucha mientras en la videoconferencia judicial se ve a un gato.

“Puedo oírte pero creo que es un filtro”, dice el juez con mucha paciencia. “Si lo es y no se cómo quitarlo”, dice apurado el letrado.

“Estoy aquí pero no soy un gato”, dice. Una frase para reír si no estuviera en medio de la celebración de un juicio. Al final, logra quitar el filtro que había dejado puesto su hijo.

No es el primer incidente de este tipo que en un año de pandemia se convierte en noticia. El primero fue aquel de un comentarista de televisión. Su bebé se coló en la habitación y tras él su mujer desesperada por sacar al niño de allí.

Después hemos visto a muchos hijos colándose en las videoconferencias, a veces, accidentalmente, a veces, queriendo.

En otras ocasiones ha habido escenas lamentables. Como la de un diputado argentino besándole los pechos a su mujer en plena sesión del congreso.

Hemos visto a otros políticos que, con mucho descaro, se han duchado en las sesiones plenarias de su ayuntamiento o a algún despistado que se ha ido al baño en plena reunión con los compañeros de trabajo.

Mucho ojo con la cámara en las teleconferencias si no quiere terminar siendo viral.