El mensaje del agente, muy activo en redes sociales, se dirige a quienes se mofan de la Guardia Civil y del trabajo que hacen. "Recordaros una cosa, somos guardias civiles... podéis desearnos la muerte, alegraros cuando alguno de nosotros caiga, no pasa nada. Si algún día nos necesitáis nos llamaréis y acudiremos a vuestra llamada. Si es preciso pondremos el pellejo en juego por vosotros"… por qué? Porque somos Guardias Civiles”.
“Hago extensivas estas palabras a los hermanos de azul”, añade el agente de la Benemérita.
Precisamente ayer conocimos la carta que la hija del agente Arcos, fallecido cuando dio el alto a un delincuente, dirigió a la Guardia Civil y en la que ensalzó la figura de su padre y el trabajo del cuerpo.
“Me ha arrebatado a mi pedazo de padre”, dice Lucía. “Era mi guía, mis pies, mis manos, mi cabeza, mis ganas de luchar, mis ojos (…) Me enseñó tantos valores, tantos... Hoy siento odio, ese sentimiento se te olvidó enseñármelo, papá (…) Tú sabes lo que tú eras para mí y yo sé lo que yo era para ti; todo el mundo nos lo decía: «pasión». Escribo esto y no me lo creo. Pienso que vas a entrar por la puerta para decirme lo de siempre: «¿qué pasa con tu rollo tontica?”, recoge la carta de la joven.
“La persona por la que hoy todo el mundo llora he tenido la suerte de que sea mi padre (…) Papá, no sabes lo orgullosos que estamos de ti”, dice Lucía.
Ayer el juez de guardia envió a prisión preventiva, comunicada y sin fianza al presunto autor de la muerte del guardia civil, Juan Antonio, de 40 años y con un largo historíal delictivo. Está acusado de los delitos de homicidio, atentado, tenencia ilícita de armas y robo de un vehículo.