Un hombre en Calatayud profana la tumba de su amigo porque no se creía que estuviera muerto

El joven rompió la lápida y el ataúd y tomó varias fotos
Los huesos de un vecino de Calatayud que falleció en febrero de 2015 han sido profanados. José Luis J. S falleció a los 45 años, y en su momento la familia no llegó a hacer un velatorio y enterraron su cuerpo en el cementerio municipal.
Pero justo un año después, en marzo de 2016, uno de sus amigos decidió abrir la tumba del recién fallecido para “asegurarse” de que los restos se encontraban de verdad allí. Según averiguó la Policía por motivos no aclarados, al grupo de amigos se le metió en la cabeza que José Luis J. S. estaba vivo e incluso comentaban entre ellos que "alguno" lo había "visto" en Zaragoza, así lo explica El Heraldo de Aragón.
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Al día siguiente, un enterrador y uno de la funeraria encontraron la lápida rota. La conclusión a la que llegaron es que la habría tirado el viento. El caso es que mis padres se lo creyeron, no se plantearon nada más y el seguro repuso la lápida", explica Elena J. S., hermana de José Luis.
Un juzgado de Calatayud abrió diligencias contra el autor de los hechos, que se enfrenta a un delito contra el respeto a los difuntos. Fue una amiga del grupo quien contó la verdad sobre lo sucedido, afirmando que Carlos L.P había pasado imágenes de la tumba.
Además, el condenado cogió uno de los trozos de la lápida rota y de desplazó hasta Zaragoza para reunirse con la testigo y mostrárselo. "Mis padres se llevaron un enorme disgusto, ya que, además de sufrir por la muerte de su hijo, no entendían por qué habían profanado su sepulcro", cuenta Elena J. S.
Las dudas han quedado despejadas durante el juicio, ya que el acusado no ha desmentido nada de lo ocurrido. "Tenemos muchas ganas de que esto termine, se haga justicia, mi hermano descanse en paz y mis padres se queden tranquilos", dice Elena J. S.
La Fiscalía pide una multa para el encausado y 6.000 euros de indemnización. Si es condenado la familia tiene previsto usar el dinero para exhumar el cadáver y comprobar si hicieron algo más que romper su sepultura.