Antoine, modelo de 23 años, se sometió a una transformación radical que duró horas para experimentar lo que sienten las mujeres cuando las acosan en plena calle con toda clase de “piropos”. Se trata de una campaña del colectivo francés “Ni putas ni sumisas” que pretende mostrar el acoso callejero que viven muchas chicas al salir de casa.
Vestido con falda burdeos, botas altas negras, chaqueta de cuero, una bufanda y el pelo rubio platino, el modelo sale a la calle a vivir una jornada como mujer. Comienza a sufrir todo tipo de comentarios en cuanto pisa el asfalto, y eso que “no va enseñando”. Parece que para los que sueltan piropos machistas es importante la cantidad de piel que se muestre…
El voluntario empieza a sentir en sus propias carnes la vida cotidiana de muchas mujeres en la calle o en el transporte público. Comentarios como “¡qué bonito culo!”, “eres guapa” o “guau” mientras caminaba, con la intención de ir tranquila por la calle, no tardaron en aparecer. Conforme avanzaba el día, los comentarios se iban haciendo más obscenos: “pareces de una película porno”, “estoy excitado”, “me agredes con tu belleza”… Todo tipo de lindezas, que con la oscuridad intimidan aún más.
El protagonista de este experimento social ya viral, ha asegurado que “tener todas las miradas sobre ti es muy desestabilizador para una chica y para cualquier persona”. El objetivo de la campaña es denunciar los casos de acoso callejero a los que las mujeres se enfrentan y que los hombres se pongan en el lugar de las mujeres para comprenderlas.
Piensa si querrías que le pasar a tu hija, tu mujer, tu sobrina, tu nieta… Cualquier hombre está cerca de una mujer que ha sufrido miedo o incomodidad al caminar por la calle.