Los dos partidos de Gobierno, PSOE y Unidas Podemos, empiezan ahora la negociación para detallar el acuerdo. Todo apunta a que el pacto será similar al que se estuvo a punto de cerrar en julio, con una vicepresidencia y tres ministerios para la formación morada y a la continuidad de Nadia Calviño, una pieza clave para el PSOE. En Bruselas acogen con alivio el desbloqueo político en España.
El Gobierno de coalición progresista será para cuatro años, sin vetos, con Pedro Sánchez como presidente y Pablo Iglesias como vicepresidente. En el documento firmado, de diez puntos, es decir, diez retos. El primero, consolidar el crecimiento y la creación de empleo, garantizando el trabajo digno.
El segundo, la lucha contra la corrupción y la protección de servicios públicos como la educación, la sanidad y las pensiones. Se menciona también la lucha contra el cambio climático. Y la intención de proteger a las pequeñas y medianas empresas y a los autónomos.
Sánchez e Iglesias sellan también su intención de avanzar en temas sociales como la eutanasia, la diversidad o las políticas feministas, con una lucha decidida, dicen, contra la violencia machista y por la igualdad retributiva.
Reconocen la cultura como derecho y prometen combatir la precariedad en el sector. Así como fomentar el deporte o apoyar a la España despoblada.
Todo ello, garantizando la estabilidad presupuestaria. Aquí jugará un papel fundamental Nadia Claviño, ministra de Economía en funciones. Se trata de un esbozo de objetivos, plasmados en líneas muy generales. Un preacuerdo sobre el que ya trabajan los equipos negociadores.