La Policía Nacional ha informado en un comunicado que la investigación se inició en octubre, cuando se detectó en las redes sociales la publicación de un vídeo en el que aparecía cómo siete personas introducían a un hombre en un contenedor amarillo, cerraban la tapa para impedir que saliera y comenzaron a grabar.
Los investigadores de la Policía Judicial iniciaron diligencias para la identificación de los autores y la determinación de su responsabilidad en los hechos, que llevó a la identificación del afectado, un hombre de 39 años con un historial de drogas y delincuencia habitual.
En su declaración manifestó que unos jóvenes le ofrecieron 10 euros por introducirse en el interior de un contenedor amarillo de papel, a lo que accedió por su necesidad de obtener recursos para consumir droga, sin ser conocedor que la intención de los mismos era otra.
De esta manera, una vez dentro le impidieron salir cerrando la tapa con fuerza, para seguidamente arrojarlo a otro contenedor de basura, mientras se reían de él y grababan todo con sus teléfonos. Los mismos jóvenes, de entre 17 y 40 años, difundieron los vídeos en las redes sociales. La víctima confesó a los agentes sentirse avergonzado por lo que su hijo pudiera pensar al ver hasta dónde se puede abusar de una persona, en este caso de él, a causa de su adicción a las drogas.
Los investigadores han considerado que el consentimiento de la víctima se encontraba viciado, careciendo de validez a causa del engaño empleado y del abuso de la situación de necesidad en la que se encontraba.
Los participantes de este abuso fueron detenidos y puestos a disposición del Juzgado de Instrucción en funciones de guardia y de la Fiscalía de Menores respecto a uno de ellos, menor de edad, por su participación en un delito contra la integridad moral.