Muy pendientes de la salida de Bernardo Montoya de su propio domicilio, a donde ha acudido junto a agentes de de criminalística para llevar a cabo una reconstrucción de los hechos, los vecinos de El Campillo han salido a la calle para mostrar su indignación hacia el presunto asesino saltándose el cordón policial y gritando "¡Asesino!".
Montoya, que ha permanecido detenido por las autoridades en la Comandancia de Huelva como sospechoso del asesinato de la joven profesora Laura Luelmo, ha confesado este miércoles que fue él quien la golpeó tras intentar violarla, para después abandonarla entre unos matorrales.
Tras sus declaraciones, el acusado ha sido trasladado a la calle Córdoba de El Campillo donde, acompañado por varios coches patrulla de la Guardia Civil, ha tratado de recrear cómo cometió el asesinato de la maestra o dónde pudo estar retenida.
Pero su llegada al pueblo no ha sido bien recibida por sus vecinos, que esperaban a las puertas de su domicilio limitados únicamente por agentes y un cordón policial que no han tardado en saltarse ante esos momentos de indignación. Algunos de ellos, incluso han lanzado piedras. Los agentes no se creen aún la versión de Bernardo Montoya y no descartan volver con él al lugar donde se encontró el cuerpo de Laura.