Matthew ha reconocido su implicación en la muerte de su hija durante el juicio que se está celebrando en la Corte Suprema de Brisbane. Durante la vista también se ha conocido que tras encontrarse el cuerpo de la niña, ordenó a su compañero de piso, Christopher Kent, ocultar una cachimba.
Como cuenta Mirror, Kent, que ya aceptó hace un año su implicación en el caso y por el que ha pasado casi dos años en la cárcel, ha acusado a Matthew de haber golpeado a su hija.
También ha reconocido que ingnoró cómo la pequeña le decía a su padre que "no quería que le tocara más su culo".
Los informes sobre lo ocurrido describen un auténtico escenario de los horrores en el cuarto de la pequeña Kyhesha-Lee. La niña era castigada de forma severa por cualquier cosa, por ejemplo, un día permaneción atada con cuerdas a los barrotes de la cama durante 19 horas por haber derramado un vaso de leche.
El relato de sus últimas horas de vida es estremecedor. La pequeña permaneció inmóvil sin poder hablar, comer o beber. Los informes forenses describen su muerte de forma aterradora, con el intestino perforado después ser objeto de abusos físicos y sexules.
Su padre ha negado haber abusado de ella e incluso haber utilizado un supuesto juguete sexual que le habría ocasionado las horribles heridas internas que le llevaron a una muerte muy dolorosa.
El juicio ha quedado aplazado hasta el 16 de marzo ante la petición de las defensas que han reclamado nuevos estudios psicológicos de Matthew para determinar si padece algún transtorno mental que originara su comportamiento.