Vuelco en un juicio mediático como pocos. Lo tiene todo, una viuda negra acusada de mandar matar a su marido. Un encargo que hizo a uno de sus múltiples amantes. Un hombre servil, entregado a la lujuria que primero encubre pero luego se siente traicionado y señala también a la presunta inductora del asesinato. Un marido asesinado a a sangre fría bajo un plan pensado al milímetro y solo destrozado por grabaciones a los implicados. Todos esperaban el cara a cara de Salva y Maje, vital en el juicio. Pero habrá que esperar.
Porque el calendario del juicio a la viuda negra de Patraix, María Jesús Moreno, y su examante, Salva, ha dado un vuelco. Estaba previsto que ambos declararan este jueves como acusados por el asesinato del Antonio, el marido de ella, pero finalmente un cambio en los acontecimientos en la primera sesión del juicio, que arrancó este miércoles, ha modificado por completo los planes y los dos acusados declararán en la última sesión, prevista para finales de este mes.
El abogado de Salva, presunto asesino material, presentó una nueva prueba pericial con un extenso informe psicológico y criminológico que es el que ha provocado el cambio del calendario. La defensa de Maje solicitó al juez la suspensión de la vista oral para poder estudiar y preparar la nueva prueba pericial pero, ante la negativa de la Fiscalía y del abogado de Salva pidió que la acusada fuera interrogada al final del juicio después de practicar toda la prueba testifical.
Maje, cuando fue detenida confesó que participó en la planificación del crimen. Luego se retractó y señaló que no fue así y achacó a los nervios esa versión. Salva cambió varias veces de versión, en algunas implicaba a Maje y en otras no. Año y medio después del crimen, Salva aseguró que habló en varias ocasiones con su examante de cómo matar al ingeniero, de 36 años, y afirmó que fue ella la que le dio las llaves del aparcamiento donde mató a la víctima.