Un juzgado de Valladolid obliga a devolver el anticipo de un traje de una novia que no se casó por el covid

  • La demandante había contratado la confección de su traje nupcial en diciembre de 2019

  • El juzgadoa exonera a la joven de abonar el importe íntegro del vestido

  • La tienda se negaba a devolver los 1.050 euros que ya había abonado

El coronavirus ha impactado en la vida de todos. Y también en las bodas de muchos. Los hay que se han casado por la ventana, otros lo han hecho de tapadillo y muchos no lo han podido hacer.

Las limitaciones impuestas a la hostelería para frenar la pandemia han cambiado por completo las bodas. Muchos enlaces se están celebrando en la intimidad del hogar y se comparten a través de las redes sociales, pero todo ahora, desde las fotos al vestido de novia, todo es "low cost

Y los hay que deciden suspender la boda. Y eso también puede provocar algunos conflictos. ¿Qué pasa con el traje encargado, el catering? En este sentido, el Juzgado de Primera Instancia número 8 de Valladolid ha condenado a una tienda a devolver el anticipo que había pagado una mujer por su vestido de novia, después de que la mujer tuviera que suspender la boda debido al coronavirus.

El juzgado ha estimado así la demanda de la afectada, que suspendió su boda prevista para agosto y a quien la tienda a la que había encargado la confección del traje se negaba a devolver los 1.050 euros que ya había abonado.

La demandante, que había contratado la confección de su traje nupcial en diciembre de 2019, comunicó la suspensión del evento y, por tanto, la renuncia al encargo, en mayo de 2020, han informado fuentes del TSJCyL este jueves. Se ofreció a pagar los gastos en los que se hubiera incurrido por el pedido, pero la tienda respondió que no era posible la cancelación del encargo, porque el traje ya estaba confeccionado y pagado por la tienda al diseñador.

El Juzgado ha dado la razón a la clienta y el establecimiento tendrá que reintegrarle esa cantidad, la mitad del precio total del traje, ya que no ha acreditado que, cuando ésta, en mayo, comunicó la suspensión del enlace por no poder celebrarse en condiciones normales a causa de la pandemia, el vestido ya estaba confeccionado y abonado por la tienda al modisto al que se lo había encargado.

El juez, además, exonera a la joven de abonar el importe íntegro del vestido tal y como pretendía el establecimiento demandado, en una resolución judicial contra la que no cabe recurso.