Las historias de Marta Rodríguez y Adela Fortes comienzan cuando creyeron reconstruir su vida junto a otro hombre. El típico cariñoso y detallista, pero también un auténtico “encantador de serpientes”. Con esa habilidad lograron atraparlas en sus redes. El amor se convierte poco a poco en posesión, aislamiento y control, hasta que llega la agresión física. Ambas mujeres convivían con un maltratador sin saberlo. Marta supo que su ex marido había tenido episodios de malos tratos anteriores y Jose Manuel, el presunto asesino de la mujer de Málaga, acumulaba siete denuncias antes de aprovecharse de la vulnerabilidad de Adela: viuda y con un hijo fallecido hace poco. Marta, de Lugo, también fue atrapada tras el divorcio y con un niño. Ella pudo sobrevivir. Adela no logró escapar.