Marcus Boykin es un artista del tatuaje y perforación corporal que ha convertido su cuerpo en un auténtico lienzo con exclusivos diseños propios y con decenas de piercings.
Él es una de las estrellas más destacada del 'Freakshow Venice Beach' un espectáculo en el que se reunen frikis de todo tipo y que es una de las principales atracciones de 'Venice Beach', una zona de costa muy concurrida en la costa californiana, entre Santa Bárbara y Los Ángeles.
Ahora este famoso espectáculo forma parte de la exclusiva oferta de la cadena norteamericana AMC. En ella, los frikis y las anomalías de la naturaleza conforman toda una oferta de rarezas que asombra semana tras semana a su audiencia.
Este actor, de 29 años, no para de aumentar su colección de tatuajes y 'piercing'. Cada día añade uno nuevo a su decoración: "Si no siento la aguja tengo la impresión de que no estoy cumpliendo con mi destino". "Mi cuerpo -añade Marcus- nunca estará terminado. Ésta es mi historia. Yo aún estoy con vida por lo que mi historia aún no está concluida".
Pero todo en la existencia de este 'hombre tatuaje' no son aplausos y calor del público. Hay un lado triste que el propio Marcus califica como "inconvenientes". Es el precio que tiene que pagar por convertirse en lo que tanto desea.
Según Boykin, "debido a mi pasión, muchas personas normales se alejan de mi lado o padres que sujetan a sus hijos por temor a mí".
Pero esto no es lo peor, "tened en cuenta que tengo una hija de cinco años, llamada Mia, y esto es una cuestión dura de abordar. Es un asunto complicado".
Boykin asegura que su exesposa y madre de Mia, nunca le apoyado en su decisión de tatuarse. Ella me conoce desde el principio, pero desde que comencé mi transformación, ha sido incapaz de aceptarlo".
Su peor experiencia las ha sufrido con su hija, él asegura que las pocas veces que ha visto a su hija, ésta le dijo que tenía miedo de él. Por suerte, otro hijo de dos años que ha tenido con otra mujer, no siente el mismo temor, "él no me teme, sino que me ama."