El neoyorquino Anthony Mancinelli, el peluquero más longevo del mundo, murió el 19 de septiembre a los 108 años, después de dedicar 96 de ellos a cortar el cabello. Nunca se retiró y siempre mantuvo la pasión en su trabajo, según su hijo, Robert, a la CNN. Mancinelli murió por complicaciones de cáncer de mandíbula.
Mancinelli, quien llegó al Libro Guinness de los Récords en 2018 por ser el barbero practicante más longevo, emigró a Estados Unidos a los 8 años. Pronto comenzó a barrer pisos en una barbería y a los 12 años ya cortaba cabello para ayudar a mantener a su familia. Asistió a la escuela primaria en Newburgh, pero nunca se graduó.
Mancinelli estuvo sano la mayor parte de su vida, hasta que le diagnosticaron cáncer en febrero de este año. Aproximadamente seis semanas antes de su muerte, Mancinelli ya no se sentía bien y necesitaba descansar, aunque no tenía planes de dejar el trabajo. Estaba cansado y débil, dijo su hijo, pero tenía intención de retomar la peluquería en algún momento.
Cuando Mancinelli comenzó a cortar el cabello, en 1923, cobraba 25 centavos por sus servicios. Antes de su muerte, trabajaba en Fantastic Cuts en New Windsor, donde cobraba 19 dólares por un corte de pelo. Jane Dinezza, la dueña del establecimiento, asegura que todavía está procesando su muerte: “Es una leyenda”.
“Todos lo amaban. Es conocido en todo el mundo”, declaró con orgullo su hijo. Además de su récord mundial Guinness, Mancinelli fue incluido en el Salón de la Fama del Museo del Barbero en Ohio una semana antes de su muerte,