Natalie Weaver vive en Cornelius, Carolina del Norte. Su hija Sophie de casi 10 años de edad padece el síndrome de Rett además de deformaciones faciales que le impiden cuidarse de sí misma. Debido a la crueldad que pueden alcanzar algunas personas, Natalie decidió permanecer en silencio durante los siete primeros años de Sophie. Tal y como cuenta en sus redes, el dolor que todo esto le provocaba era muy fuerte.
Ahora Natalie lleva más de un año luchando contra el odio de las personas hacia los niños que nacen con malformaciones. Es cofundadora de Advocates for Medically Fragile Kids NC, una asociación que aboga por los derechos y las necesidades de los niños más vulnerables aportando educación y facilitando la cobertura sanitaria. Pero sobre todo se sirve de sus redes sociales para acabar con el silencio y denunciar todo tipo de discursos del odio, creando así una gran comunidad en la que recibe mucho apoyo.
Ella cada día se siente más fuerte, con más ganas y con mucha ilusión en seguir apostando por esta iniciativa, que no es otra que dar voz a aquellos que no la tienen y sacar el lado más humano de las personas. La felicidad que irradia en cada una de las fotos que comparte junto a su familia es contagiosa.
Más noticias de interés: