Wenzel Eluney, el niño con autismo que eclipsa al Papa y enamora a medio mundo

telecinco.es 28/11/2018 17:52

Wenzel Eluney puede presumir de que ha eclipsado a todo un Papa. No solo, se ha ganado el cariño de medio mundo gracias a su humanidad, a su inocencia. Wenzel es solo un niño argentino de siete años que solo quería jugar. Lo quería hacer, no obstante, durante la audiencia general de Francisco. Y a fe que no dudó en acceder al escenario del Aula Pablo VI para jugar durante algunos minutos. El Papa, sorprendido de que esta vez todos los ojos se dirigieran fuera de su foco, entendió que algo sucedía. Y entonces, con sorna, dijo que el pequeño como buen argentino era insubordinado.

Wenzel estaba sentado en las primeras filas de la sala, donde se sitúan los enfermos, y en un momento determinado escapó de su madre y subió a la zona donde estaba sentado el pontífice celebrando la audiencia y se puso a jugar alrededor de uno de los guardias suizos y a correr por ese espacio. Le había hecho gracia el hombre. Luego, ya lanzado del todo, en su salsa, se acercó al Papa y este le pidió que le diera un beso.

La madre, que no sabía dónde meterse, se aproximó con la intención de llevarse al niño a su sitio pero no pudo y explicó al pontífice que eran argentinos y que el niño tenía un grave autismo que le impedía hablar. Francisco le dijo que lo dejase jugar allí.

Durante varios minutos, el niño correteó libre por el escenario e incluso su hermana pequeña también subió para intentar, sin éxito, devolverle a su sitio. Después el Papa, durante los saludos a los fieles de lengua española, explicó que el niño no podía hablar, que era mudo, pero "sabe comunicarse y expresarse" y que era "libre" y bromeó: "indisciplinadamente libre". De hecho Francisco usó la circunstancia para preguntarse en voz alta. ¿Soy yo libre? ¿Soy yo libre ante Dios? Ante Dios, todos tendríamos que tener la libertad de un niño delante de su padre", dijo.

"Este niño nos ha predicado hoy", dijo Francisco, quien también pidió "la gracia para que este niño pueda hablar" y arrancó un aplauso de los cerca 7.000 asistentes a la audiencia. A la salida de la audiencia los padres del niño, argentinos, pero que viven en Italia desde hace años, explicaron a los medios entre risas, que la acción del niño "no estaba programada" y que es "una de esas cosas hermosas que regala Dios".

"Wenzel estaba un poco aburrido y, sin esperanza de que fuera a hacerlo, le dijimos que si quería saludar al papa, que fuera. ¡Y no se lo pensó dos veces: se fue!", relató el padre del pequeño. La madre contó que Wenzel Eluney tiene "un autismo bastante grave, no verbal" y que "nunca obedece", pero que cuando le dijo en broma que fuera a saludar al papa "se largó"."¡No lo podía creer!

Esta familia argentina venía con la asociación Ants Onus, que agrupa a padres de niños con autismo de Verona, ciudad donde residen. En octubre de 2013 durante la celebración de la Fiesta de la Familia en la Plaza de San Pedro un niño colombiano adoptado en Italia también fue protagonista cuando subió a la zona papal y abrazó a Francisco mientras este leía su discurso y después se sentó en el trono del pontífice.