Una ola de solidaridad recorre España en plena crisis para ayudar en la 'Gran Recogida de alimentos 2020'

  • Los bancos de alimentos tienen que atender a casi el doble de familias que hace un año por culpa del coronavirus

  • La pandemia ha multiplicado las situaciones de necesidad

  • El sector de la hostelería, los supermercados y las tiendas se unen para impulsar la campaña

Todos los bancos de alimentos del país necesitan aportaciones urgentes y toda una ola de solidaridad se ha puesto rápidamente en marcha en plena crisis del coronavirus.

En A Coruña, el sector hostelero ha tenido un bonito gesto y, en colaboración con el Ayuntamiento, han organizado una gran recogida de los alimentos que no pueden cocinar al tener cerrados sus negocios. Han recolectado 30 toneladas de comida que una cadena humana de un kilómetro de longitud ha llevado a la Cocina Económica, un emblema de la ciudad gallega.

Numerosos supermercados también continúan colaborando este fin de semana en la ‘Gran Recogida de alimentos 2020’, que en esta ocasión, como todo en este año, es diferente en el marco de la pandemia.

Los bancos de alimentos tienen que atender al doble de familias este año

En Barcelona, por ejemplo, en un mercado se han tenido que reinventar para poder donar productos frescos: “Se puede hacer el simulacro de la compra mediante unos vales”, explica Roser Brutau, de la Federación catalana del Banco de Alimentos. Unos vales en los que se aporta la donación de 3 euros por adquirir productos frescos.

Tiendas de barrio se suman a la iniciativa y en Cataluña llevan ya un millón de euros recaudados, pero necesitan llegar hasta los seis.

También en Madrid hace falta mucha ayuda para poder comprar los 700.000 kilos de alimentos que caben en unas estanterías habilitadas para ello; una gran iniciativa a la que se ha sumado el Padre Ángel. Ha montado una cesta de Navidad gigante en una parroquia de Madrid para llenarla de comida.

Toda ayuda es poca, porque debido a la pandemia los bancos de alimentos tienen que atender a casi el doble de familias que hace un año. Para algunas es la primera vez que se ponen en la cola en una imagen dolorosa que, entre todos, recalcan, podemos transformar.