Restos de ADN debajo de las uñas de la abogada fallecida ha sido lo que ha llevado a su hijo, Ramón, delante del juez. María Ángeles Lousa murió com consecuencia de un golpe en su casa, un chalet de una urbanizacion de lujo de Madrid. La historia que contó su propio hijo ese día, el 1 de julio, nada tiene que ver con la investigación. El joven de 32 años contó que tres encapuchados entraron en la casa, golpearon a su madre en la cabeza y a él en la espalda y se dieron a la fuga. En el entorno familiar mucha confusión ese día. Parecía un robo frustrado pero nada robado, ni nada extraño en las grabaciones de las cámaras. La policía enseguida se centró en Ramón, el único hijo de la familia. Según la investigación, el detenido se inventó una historia para encubrir el posible asesinato de su madre. Lo que nadie tiene calro es el porqué, presuntamente, el joven mató a su propia madre.