Una persecución policial en Sevilla acabó con dos detenidos y cinco agentes heridos. Todo empezó en un control cuando los agentes daban el alto a un motorista sin casco, pero este lo saltó y se dio a la fuga. Los agentes los alcanzaron, pero el asunto terminó con una batalla campal.
El coche patrulla siguió a los motoristas que llegaron a su destino y allí otros jóvenes trataron de evitar que la policía los multara: el grupo acorraló a los agentes entre insultos, forcejeos y amenazas.
Los agentes ya no podían controlar la situación ante la revuelta de los vecinos que llenaron la plaza y extendieron la batalla a las calles aledañas incendiando contenedores y rompiendo todo lo que hallaron a su paso. Además, cinco agentes resultaron heridos y dos vecinos de este barrio de Sevilla fueron arrestados.